POMABAMBA CUNA DEL CHIMAYCHI Y DE LOS CHIMAYCHEROS

FRANCISCO OBREGÓN MORENO “ICHICK PANCHO” PIONERO DEL CHIMAYCHI CONCHUCANO

A mi entrañable amigo y maestro Víctor Nell Obregón Velásquez,
a quien cariñosamente llamamos Toín,
nieto de Francisco Obregón el gran “Ichik Pancho”,
pionero del wanka y el chimaychi,
de quien guardamos gratos recuerdos
nos enorgullecemos y reímos de sus ocurrencias.
Un 04 de octubre de 1886 día de la fiesta patronal San Francisco de Asís, entre la algarabía pueblerina en homenaje a San Francisco de Asís, y el melodioso cantar de los pajarillos, Pomabamba meció la cuna de Francisco Obregón Moreno, apodado como “Ichick Pancho” por el director de la Escuela Primaria 301 de Pomabamba, difundida y acentuada en el devenir por la cotidianidad del ingenio popular. Fueron sus padres Timoteo Obregón Virhuez, de origen Carhuacino, ex combatiente de la Batalla de Huamachuco y doña Isidora Moreno, pomabambina de nacimiento.
La naturaleza fue pródiga con él, pues desde niño demostró predisposición auditiva por la música y disposición mental para la composición, bajo la guía de don Jesús Jiménez, erigiéndose así en un extraordinario músico autodidacto. Ya en la flor de su juventud, hizo la adaptación a la muy española danza Wanka o huanca el chimaychi cuya cadencia ofrecía una armonía singular otorgándole, mayor ritmo y consiguiendo así el clímax en su zapateo y en su elegante expresión corporal.
Durante horas y espacios de descanso gozó de la grata compañía y sugerente conversación del Marqués Emilio Montes de Oca, erudito español afincado en Pomabamba y casado con la bella pomabambina, Trinidad Vidal Mezarina. El espíritu cultivado de Montes de Oca, hacía evidente en su acervo multifacético, como conocedor de la política y la música de su tierra. Será él, quien revalore las cualidades innatas de Francisco Obregón para la música brindándole orientaciones acerca de teoría musical y la lectura del pentagrama, contribuyendo así enormemente para la perfección musical y la vestimenta del WanKa.
El Wanka, considerado por algunos criollos y el historiador peruano Jorge Basadre como una “sátira tradicional de los militares españoles…” (Jorge Basadre G. pág. 260 del capítulo XIII Notas sobre la música entre 1895- 1930”, tomo XI del libro Historia de la República del Perú 1822 1933 – Editorial Universitaria Lima 1983); y, por otros como los indianos y mestizos como una danza señorial, porque los integrantes lo componían jóvenes de ascendencia española de singular belleza física. Esta danza, desde el año 1915 hasta por lo menos el año de 1935, estuvo tutelado por Francisco Obregón Moreno, quien durante todo ese tiempo le otorgó la perfección que una danza de su nivel y estatus lo requería, logrando irrepetibles y sonadas presentaciones en las principales ciudades, entre ellas en el Teatro Municipal de Lima en 1927 y la Pampade Amancaes en 1928, donde se llevó a cabo la final por la asistencia masiva del público y las escasas locaciones del Teatro. Asimismo, en la ciudad de Huaraz en 1929.
Su espíritu generoso, hizo sin reticencias, ni celos de ningún tipo, que por los años de 1915 a 1930, enseñara este don extraordinario a jóvenes afanosos por aprender la música y emprendedores como: Tobías López Sánchez (Chanco Tobías), Germán Diestra (Pistón), Carlos Moreno, Sebastián Carrión “Shihua”, Gumersindo Tarazona, Andrés Carrión de Angascancha, Agapito Picón de Vilcabamba, Gregorio Alcántara de Rumichaca y tantos otros; y a partir de 1925 a otras jóvenes promesas como Ladislao Álvarez y Víctor Acero Sánchez.
En 1924, ingresará como profesor del Centro Industrial 301 destacado por su dedicación y vocación de servicio hasta el año 1929. Fue en este periplo que el director de aquel entonces refrendó el mote “Ichic Pancho” por su baja estatura, aunque era diametralmente opuesto a este adjetivo por su grandeza y singulares cualidades para la música, talento y trabajo en equipo. Se le atribuía este seudónimo para no confundirlo con su tocayo de mayor estatura.
Como maestro y director escénico y musical formó el grupo Wanka (Huanca) más notable de la historia de Pomabamba durante mucho tiempo, conjuntamente con otros destacados músicos; tales como Ezequiel Rivero (1876 – 1944) quien, a través del tiempo, ha sido considerado como el mejor caporal de la historia por sus desplazamientos tan majestuosos y armoniosos; y los danzantes guiadores, hermanos Epifanio y Félix Cueva Sánchez, y los posteriores Amadeo Aramburú y Amador Domínguez.
Su afán cooperativo y proteccionista hizo que fuera miembro fundador de “La Sociedad de Obreros Protección Mutua de Pomabamba”,, fundada por el año de 1904 distinguiéndose en las causas sociales y luchas electoreras a favor del doctor Hernán Pazos Varela que llegó a ser diputado por la provincia de Pomabamba en 1923.
Su producción musical era incesante, abordando inclusive otras vertientes como la música sacra, fue así como en 1935 logró crear hermosos villancicos para la agrupación “Pastorcitos ayacuchanos” a fin de que sean entonados en homenaje del Niño Dios, traídos desde la legendaria Ayacucho por el doctor Justiniano Escudero Támara. Consecuentes con esta adopción y partidarios del credo católico se encargarán de componer la vestimenta para vestir a los bailarines, la maestra Rosenda Sánchez y Octavia Cirilo Moreno, será de esta manera como aparecería la pintaybata o bata pintada a punzadas de aguja con hilos multicolores.
Entre sus composiciones musicales más notables podemos mencionar:
 El chimaychi “Ichick Sixto” (1915 – 1917) Inspirado en su amigo Sixto Ponte, constituye la primera composición musical de Chimaychi con registro fonográfico que otorga nombradía a la identidad musical pomabambina.
 “Doctor Oquendo” (1918) Composición escrita con motivo de las exequias del doctor Carlos Oquendo Álvarez, médico de profesión con estudios en la Universidad “La Sorbona” de París y padre de nuestro poeta vanguardista Carlos Oquendo de Amat. El doctor Oquendo había desempeñado una labor muy importante contra una epidemia y la pandemia de la gripe española “1918 – 1921) que hizo estragos por aquellos tiempos en Pomabamba, el Perú y el mundo.
 “El zorro negro” (1928). Composición musical inspirada en el crimen pasional de Policarpo Escudero contra su esposa Aurora Roca y el doloso Emiliano Valverde (El zorro)
 “Planta eléctrica” (1933).
 “El concurso” (1927).
 “Castillo Pampa Huamanripa” (1920)
 “Zorro de la puna” (1925)
 “Venadito de la puna” (1925)
 “Hayhuallá hayhuacullasha” Una especie de fuga que fue insertada como parte final de la danza wanka (huanca) que en la actualidad conjuga con cualquier composición musical. Constituye la fuga o salida de la mayoría de las canciones.
Músico extrovertido, animador de diferentes actividades sociales y religiosas, así como de los cortejos fúnebres, exequias y misas de honras, dejando como legado a otros magníficos intérpretes y músicos como Juan Montoya “Gapra Juanshu” y Taumaturgo León más conocido como “Tauma”, después de una fructífera labor musical que alegrara el alma pomabambina por muchas décadas, fiel al mandato del destino y designio universal, Francisco Obregón Moreno, pasó a la inmortalidad un 30 de marzo de 1937, haciendo sollozar y gemir al ritmo de la prima y el bordón de su violín Stradivarrius a todos los que le quisieron, admiraron, lloraron y gozaron al ritmo de su música.
“ICHICK SIXTO” LA PRIMERA CANCIÓN CON LETRA Y MÚSICA DE CHIMAYCHI POMABAMBINO.
ICHIK SIXTO
Autor de música y letra:
Francisco Obregón Moreno “Ichik Pancho»
Buena vista hirkachawshi,
Ichik Sixto qaparikan,
esa seña mala seña
warmikunash baratukanqa.
Tinkunantsik naanichawshi
chichu pishqu cantankuykan,
esa seña mala seña,
mananapis tinkurishuntsu.
Topanantachi toparishunchi,
tinkunanta tinkurishunchi,
pero manam puntatanawqa
pero mana ñawpatanawqa.
Fuga
Esisi chinapa conciencian,
esisi chinapa cariñun
cinco solesta mañaykamar,
veintisolesman tumaskatsin.
“Ichick sixto” constituye la partida de nacimiento del Chimaychi, estilo musical genuinamente pomabambino, a partir de esto la producción musical será incesante tanto del mismo autor como de sus discípulos que acudían a la escuela del maestro desde diferentes lugares.
En el análisis de sus composiciones son frecuentes las paradojas y sus frases absurdas que le otorgan un tono burlesco y atípico a sus composiciones. Son de inspiración popular y pueblerina como para satisfacer la chanza e inmortalizarla a través de sus canciones. Julio Wilfredo Vidal Vidal, en su libro “Conchucos y evocaciones de ayer” nos dice: “Don Francisco Obregón Moreno, ha sido uno de los músicos más destacados de la provincia, tiene una serie de composiciones, satíricas algunas, sentimentales otras, que las entonaba con total entrega y pasión, bajo el compás del violín, su instrumento favorito”.
De APUNTES, del doctor Justiniano Escudero, uno de los poetas más renombrados de Pomabamba, transcribimos las siguientes:
1. Don Sixto Ponte (Ichick Sixto)
Buena vista hirkachawshi,
Ichik Sixto qaparikan,
esa seña mala seña
warmikunash baratukanqa.
2. Don José Cusquipoma (Chiple José)
Yanapampa Plazachusi,
Chiple José wagakuikan;
Buena seña o mala seña
Ollgukunash caro canga.
3. Doña Emilia (Bola Emilia)
Lucma jirca pampachushi
“Bola Emilia” wichyacuycan,
buena seña, mala seña
wambracunash wahayanga.
4. Don Jacobo Estrada.
Achaj yacu bañuschusi,
jacobito wijijikan,
buena seña o mala seña
chakuankunash mirayanga.
5. Don Abad Tarazona (Siti Abachi)
Pomabamba plazachushi,
don Abachi parlakuikan,
buena seña o mala seña,
ashnukuñash sabio kayanga.
Como acabamos de leer y analizar en estas estrofas las antítesis, paradojas, comparaciones, sinestesias, imposibles como figuras literarias y el absurdo como muestra de chanza y picardía del quechua son recurrentes. Pero lo que sí trataba de resaltar siempre fue a los hombres de baja estatura como él. Por aquellos tiempos eran tres los más visibles por su grandeza: Ichick Pancho (él mismo), Ichick Sixto (Sixto Ponte) y un poco después, Cachi Abachi o Siti Abachi (Abad Tarazona), que también era un hombre de muy baja estatura fìsica). Trataba de poner a la palestra, para dejar sentado que muy a pesar de este aspecto físico, ellos tenían sobradas cualidades que lo adornaban y distinguían sobre los demás. A partir de estas composiciones se colige que seguramente en el Pomabamba de aquel entonces se trataba de marginar a los hombres de baja estatura o con algunos defectos físicos, por lo que se trataba de demostrar lo contrario, la genialidad de estos con creces y grandezas.
Por otro lado, la crítica actual ha tratado de atribuirle ciertos atisbos machistas a don Francisco Obregón, sin reparar en la intención estética de este magnífico compositor.
EL ENVÉS Y EL REVÉS DE “ICHIK PANCHO” EN LA COMPOSICIÓN “ICHIK SIXTO
Al menos en esta composición a Francisco Obregón, no hay que entenderlo literalmente, cuando compone busca la paradoja como una idea contradictoria, pero conciliada, él utiliza la antítesis de la idea, no de la palabra; por ello esta composición es paradojal. Sean las cualidades o defectos de una persona, busca exactamente lo contrario, para hacer lo imposible, posible, a través de la composición.
De lo manifestado, se colige entonces, que “Ichik Sixto”, era un hombre muy reservado, un hombre muy católico y muy parco al beber y sobrio en el hablar; sin embargo, acá hace referencia de su “gaparida” o guapeo, que seguramente no le era consustancial a su espíritu silente y misionero, en la canción resulta, más bien chocarrero y valentón.
Otro de las evidentes paradojas o imposibles es el término “Chichu pishqu” que, traducido al español, literalmente significa “pajarita embarazada” cosa que no tiene asidero en el sentido común por la propia naturaleza de estos animalitos. Es una de las pistas más evidentes en las cuales trata de buscarle el imposible y el absurdo de las cosas, vallejo diría, “absurdo, solo ante ti se suda de dorado placer”.
Consiguientemente, la estrofa que hace de fuga de esta composición se ha prestado a interpretaciones disímiles:
“Esisi chinapa conciencian,
esisi chinapa cariñun
cinco solesta mañaykamar,
veintisolesman tumaskatsin”.
Se le acusa de machista, cosa que no lo es, como ya hemos manifestado, la estrofa anterior se ha prestado a diferentes interpretaciones literales, sin entender que el mensaje subliminal y de sentido figurado, es otro, diferente del sentido común, o la literalidad de texto, por supuesto, sin tener en cuenta su nivel inferencial o analógico con las de otras sociedades más liberales o evolucionadas. Sin embargo, entendiendo que la mayoría de los hogares del ande, sean citadinas y campestres se caracterizan aún, por su carácter conservadurista, no puede tener asidero tal afirmación descartándose de pleno. Cabe precisar también, que los lazos del amor por aquellos tiempos en muchas partes del Perú y en el mundo eran pactados por los padres, detalle e imposición que los hijos tenían que aceptar, aunque a regañadientes. Es como consecuencia de todo esto que en España aparecería la obra teatral “El sí de las niñas” de Leandro Fernández de Moratín.
Debemos aclarar que, en aquellos tiempos, especialmente en Pomabamba, el amor no era ganado, era pactado y forzado.
En clara oposición a la tercera estrofa de esta canción, el genio popular creativo hizo la siguiente estrofa:
“Tinkur yapankirán,
tinkur munanquirán,
kishquilla nanichusi,
tinkuk yapanquirán”.
….
DE “ICHIK A ICHIK”: ¿Y QUIÉN FUE ICHIK SIXTO, EL HOMBRE QUE INSPIRARA
A “ICHIK PANCHO”, ESCRIBIR LA PRIMERA CANCIÓN DEL CHIMAYCHI?
Respecto de Ichik Sixto, Julio Wlfredo Vidal Vidal, en su libro “Conchucos y evocaciones de ayer” nos dice: “Don Sixto Ponte fue el primer titiritero pomabambino que hacía bailar sus muñecos en el atrio de la iglesia de San Francisco de Yanapampa, antes de la salida de la procesión, en la víspera de su fiesta (3 de octubre) para la expectación de los concurrentes, de preferencia para los niños que miraban alborozados el espectáculo”. Lo describe: “Bajito de estatura con pronunciados mostachos, vivía en un rinconcito romántico de la loma de Buenavista, llena de frutales y de variedad de flores que ofrecían un ambiente bucólico al lugar, un experto chef que preparaba ricos potajes preferentemente en la festividad religiosa del Señor de los Milagros (18 de octubre). Mandó construir la capilla de este lugar en 1894 para la veneración de la imagen del Señor de los Milagros…”
ICHIK SIXTO, ESCULTOR NATO: LEYENDA Y REALIDAD
-ICHIk SIXTO el pequeño gran hombre. La tradición y el cariño de los pomabambinos, lo han llevado a tenerlo presente en sus canciones de diferentes tonadas, en huayno, en temple wanca, en chimaychi, etc. Sixto Ponte, es el nombre de pila de “Ichik Sixto”, hombre polifacético, gran Chef de Palacio de Pizarro, escultor por excelencia, sus esculturas preferidas: El Señor de Los Milagros, El Señor de Huamantanga, La Virgen María, El Niño Ayacuchano (indispensable en los nacimientos), San Miguel, San Gabriel, etc, etc. Titiritero o marionetista, hacia muñecos dándole vida con las cuerdas amarradas a diferentes partes de sus extremidades, en la otra punta amarrado a pedacitos de tablitas, que al moverlos con tal destreza y picardía cobraban vida y eran un deleite para los niños.
El 18 de septiembre de 1894, funda la Capilla de Señor de los Milagros, en el barrio de Buena Vista, provincia de Pomabamba. Esto fue la culminación de un deseo anhelado y guardado en sus años al servicio del Palacio de Gobierno en Lima. Pues pasado el tiempo y visto la ocasión propicia, compra la imagen del Señor de los Milagros, lo hace bendecir y como muestra de cariño, de una fe sin límites y una penitencia personal, lo trae consigo, a pie y a cargando a cuestas hasta Pomabamba. En el trayecto de este singular viaje, pasan innumerables acontecimientos, entre ellos: cuando ya había tramontado las gélidas cumbres de la Cordillera Blanca, tenía que pasar un río regularmente cargado por las lluvias estacionales y no había puente, “Ichik Sixto”, ya sentía la fatiga del viaje de varias semanas a pie, sin embargo sacó fuerzas de flaqueza para intentar vadear el río y no pudo, muy a pesar de buscar el vado menos torrentoso, retrocedió en reiteradas ocasiones, ya por miedo, ya por precaución. Contaba, que de pronto oyó una voz, que le indicaba hacerlo por la parte más baja, por un sitio preciso. Emocionado, cumplió tal como se le había indicado, y para su sorpresa cruzó fácilmente, ya en la otra margen, se hinco de hinojos para rezar y agradecer al Señor de los Milagros.
Así comienza la leyenda de los milagros de esta efigie, ya en Pomabamba. En un principio lo tuvo en su casa entre los jirones Huaraz y Arica, atrás de la iglesia de San Francisco, después lo llevó al caserío “Ventana”, este sitio era un rincón paradisíaco. A ventana, subía por Pachachín, por la casa de su tío Lucas, luego de una pequeña travesía, cuando el sendero se bifurca, uno hacia Buena Vista – Cushurú, el otro hacia “Ventana”. En Cushurù, al lado derecho, de la entrada, nos recibe un manantial de aguas cristalinas. En este lugar había un pasaje muy hermoso, resguardado por entre ambos lados, por hermosos pinos, bajo la sombra de estas especies coníferas había una pared en cada lado, de más o menos de ochenta centímetros de altura, y estaba cubierto de flores, predominantemente de geranios y yedras de diferentes colores, a modo de gigantes maceteros, a mitad del pasaje y al lado izquierdo se habría una entrada al huerto, en cuya parte superior se encontraba una pequeña represa que alimentaba todo el plantío de aquel vergel, lleno de melocotoneros, naranjos, manzanos, membrillos etc. Todos estos árboles frutales estaban contiguo a la pared de entrada, al lado izquierdo. En la parte baja, sembraba toda clase de hortalizas, al centro predominaba un árbol de capulí, por el otro costado, a modo de cerco, crecían fucsias (arete huayta), enredados a los sauces y algunos alisos, por este sitio discurría parloteando a ratos el agua del manantial. Por la parte inferior, colindaba con un bosque de frondosos eucaliptos de propiedad del señor Agustín Fernández, notario de la ciudad; siguiendo por el pasaje de la entrada se llegaba a una plataforma, que era un patio grande, al fondo estaba un comedor grande y a la derecha la cocina, al lado izquierdo, seguía la paredcita, que por la configuración del terreno era un terraplén y haciendo al tiempo de un hermoso balcón, ofreciendo una vista muy hermosa del huerto y el paisaje. Fue en este sitio donde se comenzó a celebrar las primeras fiestas del Señor de los Milagros y del Señor de Huamantanga, la fiesta era pomposa y estaba cumplimentada con los más sabrosos potajes que Ichik Sixto brindaba al pueblo. Algunos años después, construyó la capilla de Buena Vista, en esta ermita, solo el Señor de los Milagros era de procedencia de Lima, el resto de los santos fueron diseñados por el mismo Sixto Ponte. Con la inauguración de esta capilla el 18 de septiembre de 1894 comienza una época muy hermosa, pues en “Ventana” se celebraba al Señor de Huamantanga y en Buena Vista al Señor de los Milagros, en esta fiesta los dos lugares estaban unidos por fieles que hacían un corredor humano de ida y vuelta celebrando tales acontecimientos y rezando devotamente. Con la alegría y la euforia de la celebración interminable, con unos “potos o mates de chicha” o un vino añejo adentro, “Ichik Sixto”, se detenía en la parte superior de Buena Vista, en el palco más visible, y daba interminables arengas y sonoros guapeos, la gente miraba de la parte baja y decía: “ICHIK SIXTO GAPARICAN” (El pequeño Sixto está guapeando). La verdad, tal vez no era usual en él, por haber incursionado y formado parte de otra cultura más conservadora, pero, en fin, “El vino habla cuando el hombre calla…”. Esto inspiró a su amigo “Ichik Pancho” componer la canción “ichik Sixto”, que ha calado hondo en el pueblo, rindiéndole homenaje a este pequeño, pero grande hombre. Esta canción sigue más vigente que nunca y se canta en todas las actividades y festividades de la provincia y en los lugares a donde los músicos e intérpretes pomabambinos llegan por su grandiosidad. – Como nieto me siento muy orgulloso, – Nos dice don Hermilio Romero- como lo están también, mis hijas Andina, Ninel y mi nieta.
La capilla del Señor de los Milagros, sigue mejorando, – agrega- le puse su piso de cerámica, compré un pedacito de terreno para que se vea mejor desde la ciudad, los devotos encabezados por mi primo Juan López y con la ayuda de la Municipalidad han cercado, con los cercos de fierro de la antigua plaza de armas. Los devotos encabezados por la familia Campomanes están por adquirir un terrenito contiguo para ampliarlo. Es así como hoy “Buena Vista” lugar donde “Ichik Sixto gaparican”, es un lugar de visita obligado para tener una vista panorámica de nuestro querido Pomambamba.
El presente artículo es un homenaje a “Ichik Sixto” que tanto quiso a Pomabamba, y como un saludo a Buena Vista, por su fiesta que se celebra cada 18 de octubre del Señor de los Milagros.
Agradezco a don Leoncio Hermilio Romero Ponte, nieto de “Ichik Sixto”, por esta gentil remembranza, digna de grata e imperecedera recordación.
ANTOLOGÍA DE FRANCISCO OBREGÓN “ICHICK PANCHO”
PLANTA ELÉCTRICA
Planta eléctrica
alumbraycallamay
Shumajlla chinata
paziaritzinapaj, (bis)
Paziaritzinapaj
tumaritzinapaj
por los contornos
de la plaza de armas.
Gringo Aghemiller
te ruego, te suplico
que tú le enseñes
al negro panchito.
Él como aspirante,
él como ignorante
puede exponerse
a carbonizarse
Fuga
Vuelta tras vuelta
por la plaza de armas
con mi chinita
que es mi enamorada.
Esta composición lo habría escrito Francisco Obregón cuando se instaló la primera planta eléctrica en Pomabamba a cargo del ingeniero, el gringo Aghemiller, debió ser inmensa la emoción que se sintió al tener por primera vez la energía eléctrica en casa, al ver iluminada los aposentos, las calles empedradas y la plaza mayor; en verdad fue uno de los grandes aportes de la Segunda Revolución Industrial.
CASTILLO PAMPA
Castillu pampa huamanripa
poderosa
a ti solita te he querido
Juana Rosa.
Amari china nogallahuan
yachakaytzu
waray warantin aywakupti
llaquimanquiraj (bis).
Shongoiquichumi prendallata
dejallasha
si nogallata cuyamarga
cuidayKunqui.
Waray warantin aywakupti
llaquimanquiraj
si nogallata llaquimarga
cuidaycunqui.
Fuga
Jina aywakuy, jina yargokuy
llulla shongollata apakurcullay.
Jina aywakuy, jina yargokuy
Yana ñawillata dejaparkamay.
“Castillo pampa” es una de las composiciones más logradas de Francisco Obregón, lo integran estrofas con versos de pie quebrado; por lo general alterna eneasílabos y pentasílabos); aunque en la fuga rompe con esta medida para incluir versos decasílabos y endecasílabos y netamente en quechua. Como toda composición del chimaychi de las primeras épocas e intermedias está escrita mezclando magistralmente el quechua con el español, otorgándole una melodía dulce tierna, melancólica y encantadora. Como en todas sus composiciones, sus paradojas son singulares.
La Huamanripa es una flor nativa de los andes que en esta canción personifica a la mujer andina, aclimatada a los cambios del tiempo y pervive acariciada por el fugitivo y gélido viento de las alturas serranas.
Del libro inédito «Pomabamba cuna del chimaychi y de los chimaycheros»
Fredy H. Vara Reynoso.
«El Cisne de los Andes Peruanos»POMABAMBA CUNA DEL CHIMAYCHI Y DE LOS CHIMAYCHEROS
FRANCISCO OBREGÓN MORENO “ICHICK PANCHO” PIONERO DEL CHIMAYCHI CONCHUCANO
A mi entrañable amigo y maestro Víctor Nell Obregón Velásquez,
a quien cariñosamente llamamos Toín,
nieto de Francisco Obregón el gran “Ichik Pancho”,
pionero del wanka y el chimaychi,
de quien guardamos gratos recuerdos
nos enorgullecemos y reímos de sus ocurrencias.
Un 04 de octubre de 1886 día de la fiesta patronal San Francisco de Asís, entre la algarabía pueblerina en homenaje a San Francisco de Asís, y el melodioso cantar de los pajarillos, Pomabamba meció la cuna de Francisco Obregón Moreno, apodado como “Ichick Pancho” por el director de la Escuela Primaria 301 de Pomabamba, difundida y acentuada en el devenir por la cotidianidad del ingenio popular. Fueron sus padres Timoteo Obregón Virhuez, de origen Carhuacino, ex combatiente de la Batalla de Huamachuco y doña Isidora Moreno, pomabambina de nacimiento.
La naturaleza fue pródiga con él, pues desde niño demostró predisposición auditiva por la música y disposición mental para la composición, bajo la guía de don Jesús Jiménez, erigiéndose así en un extraordinario músico autodidacto. Ya en la flor de su juventud, hizo la adaptación a la muy española danza Wanka o huanca el chimaychi cuya cadencia ofrecía una armonía singular otorgándole, mayor ritmo y consiguiendo así el clímax en su zapateo y en su elegante expresión corporal.
Durante horas y espacios de descanso gozó de la grata compañía y sugerente conversación del Marqués Emilio Montes de Oca, erudito español afincado en Pomabamba y casado con la bella pomabambina, Trinidad Vidal Mezarina. El espíritu cultivado de Montes de Oca, hacía evidente en su acervo multifacético, como conocedor de la política y la música de su tierra. Será él, quien revalore las cualidades innatas de Francisco Obregón para la música brindándole orientaciones acerca de teoría musical y la lectura del pentagrama, contribuyendo así enormemente para la perfección musical y la vestimenta del WanKa.
El Wanka, considerado por algunos criollos y el historiador peruano Jorge Basadre como una “sátira tradicional de los militares españoles…” (Jorge Basadre G. pág. 260 del capítulo XIII Notas sobre la música entre 1895- 1930”, tomo XI del libro Historia de la República del Perú 1822 1933 – Editorial Universitaria Lima 1983); y, por otros como los indianos y mestizos como una danza señorial, porque los integrantes lo componían jóvenes de ascendencia española de singular belleza física. Esta danza, desde el año 1915 hasta por lo menos el año de 1935, estuvo tutelado por Francisco Obregón Moreno, quien durante todo ese tiempo le otorgó la perfección que una danza de su nivel y estatus lo requería, logrando irrepetibles y sonadas presentaciones en las principales ciudades, entre ellas en el Teatro Municipal de Lima en 1927 y la Pampade Amancaes en 1928, donde se llevó a cabo la final por la asistencia masiva del público y las escasas locaciones del Teatro. Asimismo, en la ciudad de Huaraz en 1929.
Su espíritu generoso, hizo sin reticencias, ni celos de ningún tipo, que por los años de 1915 a 1930, enseñara este don extraordinario a jóvenes afanosos por aprender la música y emprendedores como: Tobías López Sánchez (Chanco Tobías), Germán Diestra (Pistón), Carlos Moreno, Sebastián Carrión “Shihua”, Gumersindo Tarazona, Andrés Carrión de Angascancha, Agapito Picón de Vilcabamba, Gregorio Alcántara de Rumichaca y tantos otros; y a partir de 1925 a otras jóvenes promesas como Ladislao Álvarez y Víctor Acero Sánchez.
En 1924, ingresará como profesor del Centro Industrial 301 destacado por su dedicación y vocación de servicio hasta el año 1929. Fue en este periplo que el director de aquel entonces refrendó el mote “Ichic Pancho” por su baja estatura, aunque era diametralmente opuesto a este adjetivo por su grandeza y singulares cualidades para la música, talento y trabajo en equipo. Se le atribuía este seudónimo para no confundirlo con su tocayo de mayor estatura.
Como maestro y director escénico y musical formó el grupo Wanka (Huanca) más notable de la historia de Pomabamba durante mucho tiempo, conjuntamente con otros destacados músicos; tales como Ezequiel Rivero (1876 – 1944) quien, a través del tiempo, ha sido considerado como el mejor caporal de la historia por sus desplazamientos tan majestuosos y armoniosos; y los danzantes guiadores, hermanos Epifanio y Félix Cueva Sánchez, y los posteriores Amadeo Aramburú y Amador Domínguez.
Su afán cooperativo y proteccionista hizo que fuera miembro fundador de “La Sociedad de Obreros Protección Mutua de Pomabamba”,, fundada por el año de 1904 distinguiéndose en las causas sociales y luchas electoreras a favor del doctor Hernán Pazos Varela que llegó a ser diputado por la provincia de Pomabamba en 1923.
Su producción musical era incesante, abordando inclusive otras vertientes como la música sacra, fue así como en 1935 logró crear hermosos villancicos para la agrupación “Pastorcitos ayacuchanos” a fin de que sean entonados en homenaje del Niño Dios, traídos desde la legendaria Ayacucho por el doctor Justiniano Escudero Támara. Consecuentes con esta adopción y partidarios del credo católico se encargarán de componer la vestimenta para vestir a los bailarines, la maestra Rosenda Sánchez y Octavia Cirilo Moreno, será de esta manera como aparecería la pintaybata o bata pintada a punzadas de aguja con hilos multicolores.
Entre sus composiciones musicales más notables podemos mencionar:
 El chimaychi “Ichick Sixto” (1915 – 1917) Inspirado en su amigo Sixto Ponte, constituye la primera composición musical de Chimaychi con registro fonográfico que otorga nombradía a la identidad musical pomabambina.
 “Doctor Oquendo” (1918) Composición escrita con motivo de las exequias del doctor Carlos Oquendo Álvarez, médico de profesión con estudios en la Universidad “La Sorbona” de París y padre de nuestro poeta vanguardista Carlos Oquendo de Amat. El doctor Oquendo había desempeñado una labor muy importante contra una epidemia y la pandemia de la gripe española “1918 – 1921) que hizo estragos por aquellos tiempos en Pomabamba, el Perú y el mundo.
 “El zorro negro” (1928). Composición musical inspirada en el crimen pasional de Policarpo Escudero contra su esposa Aurora Roca y el doloso Emiliano Valverde (El zorro)
 “Planta eléctrica” (1933).
 “El concurso” (1927).
 “Castillo Pampa Huamanripa” (1920)
 “Zorro de la puna” (1925)
 “Venadito de la puna” (1925)
 “Hayhuallá hayhuacullasha” Una especie de fuga que fue insertada como parte final de la danza wanka (huanca) que en la actualidad conjuga con cualquier composición musical. Constituye la fuga o salida de la mayoría de las canciones.
Músico extrovertido, animador de diferentes actividades sociales y religiosas, así como de los cortejos fúnebres, exequias y misas de honras, dejando como legado a otros magníficos intérpretes y músicos como Juan Montoya “Gapra Juanshu” y Taumaturgo León más conocido como “Tauma”, después de una fructífera labor musical que alegrara el alma pomabambina por muchas décadas, fiel al mandato del destino y designio universal, Francisco Obregón Moreno, pasó a la inmortalidad un 30 de marzo de 1937, haciendo sollozar y gemir al ritmo de la prima y el bordón de su violín Stradivarrius a todos los que le quisieron, admiraron, lloraron y gozaron al ritmo de su música.
“ICHICK SIXTO” LA PRIMERA CANCIÓN CON LETRA Y MÚSICA DE CHIMAYCHI POMABAMBINO.
ICHIK SIXTO
Autor de música y letra:
Francisco Obregón Moreno “Ichik Pancho»
Buena vista hirkachawshi,
Ichik Sixto qaparikan,
esa seña mala seña
warmikunash baratukanqa.
Tinkunantsik naanichawshi
chichu pishqu cantankuykan,
esa seña mala seña,
mananapis tinkurishuntsu.
Topanantachi toparishunchi,
tinkunanta tinkurishunchi,
pero manam puntatanawqa
pero mana ñawpatanawqa.
Fuga
Esisi chinapa conciencian,
esisi chinapa cariñun
cinco solesta mañaykamar,
veintisolesman tumaskatsin.
“Ichick sixto” constituye la partida de nacimiento del Chimaychi, estilo musical genuinamente pomabambino, a partir de esto la producción musical será incesante tanto del mismo autor como de sus discípulos que acudían a la escuela del maestro desde diferentes lugares.
En el análisis de sus composiciones son frecuentes las paradojas y sus frases absurdas que le otorgan un tono burlesco y atípico a sus composiciones. Son de inspiración popular y pueblerina como para satisfacer la chanza e inmortalizarla a través de sus canciones. Julio Wilfredo Vidal Vidal, en su libro “Conchucos y evocaciones de ayer” nos dice: “Don Francisco Obregón Moreno, ha sido uno de los músicos más destacados de la provincia, tiene una serie de composiciones, satíricas algunas, sentimentales otras, que las entonaba con total entrega y pasión, bajo el compás del violín, su instrumento favorito”.
De APUNTES, del doctor Justiniano Escudero, uno de los poetas más renombrados de Pomabamba, transcribimos las siguientes:
1. Don Sixto Ponte (Ichick Sixto)
Buena vista hirkachawshi,
Ichik Sixto qaparikan,
esa seña mala seña
warmikunash baratukanqa.
2. Don José Cusquipoma (Chiple José)
Yanapampa Plazachusi,
Chiple José wagakuikan;
Buena seña o mala seña
Ollgukunash caro canga.
3. Doña Emilia (Bola Emilia)
Lucma jirca pampachushi
“Bola Emilia” wichyacuycan,
buena seña, mala seña
wambracunash wahayanga.
4. Don Jacobo Estrada.
Achaj yacu bañuschusi,
jacobito wijijikan,
buena seña o mala seña
chakuankunash mirayanga.
5. Don Abad Tarazona (Siti Abachi)
Pomabamba plazachushi,
don Abachi parlakuikan,
buena seña o mala seña,
ashnukuñash sabio kayanga.
Como acabamos de leer y analizar en estas estrofas las antítesis, paradojas, comparaciones, sinestesias, imposibles como figuras literarias y el absurdo como muestra de chanza y picardía del quechua son recurrentes. Pero lo que sí trataba de resaltar siempre fue a los hombres de baja estatura como él. Por aquellos tiempos eran tres los más visibles por su grandeza: Ichick Pancho (él mismo), Ichick Sixto (Sixto Ponte) y un poco después, Cachi Abachi o Siti Abachi (Abad Tarazona), que también era un hombre de muy baja estatura fìsica). Trataba de poner a la palestra, para dejar sentado que muy a pesar de este aspecto físico, ellos tenían sobradas cualidades que lo adornaban y distinguían sobre los demás. A partir de estas composiciones se colige que seguramente en el Pomabamba de aquel entonces se trataba de marginar a los hombres de baja estatura o con algunos defectos físicos, por lo que se trataba de demostrar lo contrario, la genialidad de estos con creces y grandezas.
Por otro lado, la crítica actual ha tratado de atribuirle ciertos atisbos machistas a don Francisco Obregón, sin reparar en la intención estética de este magnífico compositor.
EL ENVÉS Y EL REVÉS DE “ICHIK PANCHO” EN LA COMPOSICIÓN “ICHIK SIXTO
Al menos en esta composición a Francisco Obregón, no hay que entenderlo literalmente, cuando compone busca la paradoja como una idea contradictoria, pero conciliada, él utiliza la antítesis de la idea, no de la palabra; por ello esta composición es paradojal. Sean las cualidades o defectos de una persona, busca exactamente lo contrario, para hacer lo imposible, posible, a través de la composición.
De lo manifestado, se colige entonces, que “Ichik Sixto”, era un hombre muy reservado, un hombre muy católico y muy parco al beber y sobrio en el hablar; sin embargo, acá hace referencia de su “gaparida” o guapeo, que seguramente no le era consustancial a su espíritu silente y misionero, en la canción resulta, más bien chocarrero y valentón.
Otro de las evidentes paradojas o imposibles es el término “Chichu pishqu” que, traducido al español, literalmente significa “pajarita embarazada” cosa que no tiene asidero en el sentido común por la propia naturaleza de estos animalitos. Es una de las pistas más evidentes en las cuales trata de buscarle el imposible y el absurdo de las cosas, vallejo diría, “absurdo, solo ante ti se suda de dorado placer”.
Consiguientemente, la estrofa que hace de fuga de esta composición se ha prestado a interpretaciones disímiles:
“Esisi chinapa conciencian,
esisi chinapa cariñun
cinco solesta mañaykamar,
veintisolesman tumaskatsin”.
Se le acusa de machista, cosa que no lo es, como ya hemos manifestado, la estrofa anterior se ha prestado a diferentes interpretaciones literales, sin entender que el mensaje subliminal y de sentido figurado, es otro, diferente del sentido común, o la literalidad de texto, por supuesto, sin tener en cuenta su nivel inferencial o analógico con las de otras sociedades más liberales o evolucionadas. Sin embargo, entendiendo que la mayoría de los hogares del ande, sean citadinas y campestres se caracterizan aún, por su carácter conservadurista, no puede tener asidero tal afirmación descartándose de pleno. Cabe precisar también, que los lazos del amor por aquellos tiempos en muchas partes del Perú y en el mundo eran pactados por los padres, detalle e imposición que los hijos tenían que aceptar, aunque a regañadientes. Es como consecuencia de todo esto que en España aparecería la obra teatral “El sí de las niñas” de Leandro Fernández de Moratín.
Debemos aclarar que, en aquellos tiempos, especialmente en Pomabamba, el amor no era ganado, era pactado y forzado.
En clara oposición a la tercera estrofa de esta canción, el genio popular creativo hizo la siguiente estrofa:
“Tinkur yapankirán,
tinkur munanquirán,
kishquilla nanichusi,
tinkuk yapanquirán”.
….
DE “ICHIK A ICHIK”: ¿Y QUIÉN FUE ICHIK SIXTO, EL HOMBRE QUE INSPIRARA
A “ICHIK PANCHO”, ESCRIBIR LA PRIMERA CANCIÓN DEL CHIMAYCHI?
Respecto de Ichik Sixto, Julio Wlfredo Vidal Vidal, en su libro “Conchucos y evocaciones de ayer” nos dice: “Don Sixto Ponte fue el primer titiritero pomabambino que hacía bailar sus muñecos en el atrio de la iglesia de San Francisco de Yanapampa, antes de la salida de la procesión, en la víspera de su fiesta (3 de octubre) para la expectación de los concurrentes, de preferencia para los niños que miraban alborozados el espectáculo”. Lo describe: “Bajito de estatura con pronunciados mostachos, vivía en un rinconcito romántico de la loma de Buenavista, llena de frutales y de variedad de flores que ofrecían un ambiente bucólico al lugar, un experto chef que preparaba ricos potajes preferentemente en la festividad religiosa del Señor de los Milagros (18 de octubre). Mandó construir la capilla de este lugar en 1894 para la veneración de la imagen del Señor de los Milagros…”
ICHIK SIXTO, ESCULTOR NATO: LEYENDA Y REALIDAD
-ICHIk SIXTO el pequeño gran hombre. La tradición y el cariño de los pomabambinos, lo han llevado a tenerlo presente en sus canciones de diferentes tonadas, en huayno, en temple wanca, en chimaychi, etc. Sixto Ponte, es el nombre de pila de “Ichik Sixto”, hombre polifacético, gran Chef de Palacio de Pizarro, escultor por excelencia, sus esculturas preferidas: El Señor de Los Milagros, El Señor de Huamantanga, La Virgen María, El Niño Ayacuchano (indispensable en los nacimientos), San Miguel, San Gabriel, etc, etc. Titiritero o marionetista, hacia muñecos dándole vida con las cuerdas amarradas a diferentes partes de sus extremidades, en la otra punta amarrado a pedacitos de tablitas, que al moverlos con tal destreza y picardía cobraban vida y eran un deleite para los niños.
El 18 de septiembre de 1894, funda la Capilla de Señor de los Milagros, en el barrio de Buena Vista, provincia de Pomabamba. Esto fue la culminación de un deseo anhelado y guardado en sus años al servicio del Palacio de Gobierno en Lima. Pues pasado el tiempo y visto la ocasión propicia, compra la imagen del Señor de los Milagros, lo hace bendecir y como muestra de cariño, de una fe sin límites y una penitencia personal, lo trae consigo, a pie y a cargando a cuestas hasta Pomabamba. En el trayecto de este singular viaje, pasan innumerables acontecimientos, entre ellos: cuando ya había tramontado las gélidas cumbres de la Cordillera Blanca, tenía que pasar un río regularmente cargado por las lluvias estacionales y no había puente, “Ichik Sixto”, ya sentía la fatiga del viaje de varias semanas a pie, sin embargo sacó fuerzas de flaqueza para intentar vadear el río y no pudo, muy a pesar de buscar el vado menos torrentoso, retrocedió en reiteradas ocasiones, ya por miedo, ya por precaución. Contaba, que de pronto oyó una voz, que le indicaba hacerlo por la parte más baja, por un sitio preciso. Emocionado, cumplió tal como se le había indicado, y para su sorpresa cruzó fácilmente, ya en la otra margen, se hinco de hinojos para rezar y agradecer al Señor de los Milagros.
Así comienza la leyenda de los milagros de esta efigie, ya en Pomabamba. En un principio lo tuvo en su casa entre los jirones Huaraz y Arica, atrás de la iglesia de San Francisco, después lo llevó al caserío “Ventana”, este sitio era un rincón paradisíaco. A ventana, subía por Pachachín, por la casa de su tío Lucas, luego de una pequeña travesía, cuando el sendero se bifurca, uno hacia Buena Vista – Cushurú, el otro hacia “Ventana”. En Cushurù, al lado derecho, de la entrada, nos recibe un manantial de aguas cristalinas. En este lugar había un pasaje muy hermoso, resguardado por entre ambos lados, por hermosos pinos, bajo la sombra de estas especies coníferas había una pared en cada lado, de más o menos de ochenta centímetros de altura, y estaba cubierto de flores, predominantemente de geranios y yedras de diferentes colores, a modo de gigantes maceteros, a mitad del pasaje y al lado izquierdo se habría una entrada al huerto, en cuya parte superior se encontraba una pequeña represa que alimentaba todo el plantío de aquel vergel, lleno de melocotoneros, naranjos, manzanos, membrillos etc. Todos estos árboles frutales estaban contiguo a la pared de entrada, al lado izquierdo. En la parte baja, sembraba toda clase de hortalizas, al centro predominaba un árbol de capulí, por el otro costado, a modo de cerco, crecían fucsias (arete huayta), enredados a los sauces y algunos alisos, por este sitio discurría parloteando a ratos el agua del manantial. Por la parte inferior, colindaba con un bosque de frondosos eucaliptos de propiedad del señor Agustín Fernández, notario de la ciudad; siguiendo por el pasaje de la entrada se llegaba a una plataforma, que era un patio grande, al fondo estaba un comedor grande y a la derecha la cocina, al lado izquierdo, seguía la paredcita, que por la configuración del terreno era un terraplén y haciendo al tiempo de un hermoso balcón, ofreciendo una vista muy hermosa del huerto y el paisaje. Fue en este sitio donde se comenzó a celebrar las primeras fiestas del Señor de los Milagros y del Señor de Huamantanga, la fiesta era pomposa y estaba cumplimentada con los más sabrosos potajes que Ichik Sixto brindaba al pueblo. Algunos años después, construyó la capilla de Buena Vista, en esta ermita, solo el Señor de los Milagros era de procedencia de Lima, el resto de los santos fueron diseñados por el mismo Sixto Ponte. Con la inauguración de esta capilla el 18 de septiembre de 1894 comienza una época muy hermosa, pues en “Ventana” se celebraba al Señor de Huamantanga y en Buena Vista al Señor de los Milagros, en esta fiesta los dos lugares estaban unidos por fieles que hacían un corredor humano de ida y vuelta celebrando tales acontecimientos y rezando devotamente. Con la alegría y la euforia de la celebración interminable, con unos “potos o mates de chicha” o un vino añejo adentro, “Ichik Sixto”, se detenía en la parte superior de Buena Vista, en el palco más visible, y daba interminables arengas y sonoros guapeos, la gente miraba de la parte baja y decía: “ICHIK SIXTO GAPARICAN” (El pequeño Sixto está guapeando). La verdad, tal vez no era usual en él, por haber incursionado y formado parte de otra cultura más conservadora, pero, en fin, “El vino habla cuando el hombre calla…”. Esto inspiró a su amigo “Ichik Pancho” componer la canción “ichik Sixto”, que ha calado hondo en el pueblo, rindiéndole homenaje a este pequeño, pero grande hombre. Esta canción sigue más vigente que nunca y se canta en todas las actividades y festividades de la provincia y en los lugares a donde los músicos e intérpretes pomabambinos llegan por su grandiosidad. – Como nieto me siento muy orgulloso, – Nos dice don Hermilio Romero- como lo están también, mis hijas Andina, Ninel y mi nieta.
La capilla del Señor de los Milagros, sigue mejorando, – agrega- le puse su piso de cerámica, compré un pedacito de terreno para que se vea mejor desde la ciudad, los devotos encabezados por mi primo Juan López y con la ayuda de la Municipalidad han cercado, con los cercos de fierro de la antigua plaza de armas. Los devotos encabezados por la familia Campomanes están por adquirir un terrenito contiguo para ampliarlo. Es así como hoy “Buena Vista” lugar donde “Ichik Sixto gaparican”, es un lugar de visita obligado para tener una vista panorámica de nuestro querido Pomambamba.
El presente artículo es un homenaje a “Ichik Sixto” que tanto quiso a Pomabamba, y como un saludo a Buena Vista, por su fiesta que se celebra cada 18 de octubre del Señor de los Milagros.
Agradezco a don Leoncio Hermilio Romero Ponte, nieto de “Ichik Sixto”, por esta gentil remembranza, digna de grata e imperecedera recordación.
ANTOLOGÍA DE FRANCISCO OBREGÓN “ICHICK PANCHO”
PLANTA ELÉCTRICA
Planta eléctrica
alumbraycallamay
Shumajlla chinata
paziaritzinapaj, (bis)
Paziaritzinapaj
tumaritzinapaj
por los contornos
de la plaza de armas.
Gringo Aghemiller
te ruego, te suplico
que tú le enseñes
al negro panchito.
Él como aspirante,
él como ignorante
puede exponerse
a carbonizarse
Fuga
Vuelta tras vuelta
por la plaza de armas
con mi chinita
que es mi enamorada.
Esta composición lo habría escrito Francisco Obregón cuando se instaló la primera planta eléctrica en Pomabamba a cargo del ingeniero, el gringo Aghemiller, debió ser inmensa la emoción que se sintió al tener por primera vez la energía eléctrica en casa, al ver iluminada los aposentos, las calles empedradas y la plaza mayor; en verdad fue uno de los grandes aportes de la Segunda Revolución Industrial.
CASTILLO PAMPA
Castillu pampa huamanripa
poderosa
a ti solita te he querido
Juana Rosa.
Amari china nogallahuan
yachakaytzu
waray warantin aywakupti
llaquimanquiraj (bis).
Shongoiquichumi prendallata
dejallasha
si nogallata cuyamarga
cuidayKunqui.
Waray warantin aywakupti
llaquimanquiraj
si nogallata llaquimarga
cuidaycunqui.
Fuga
Jina aywakuy, jina yargokuy
llulla shongollata apakurcullay.
Jina aywakuy, jina yargokuy
Yana ñawillata dejaparkamay.
“Castillo pampa” es una de las composiciones más logradas de Francisco Obregón, lo integran estrofas con versos de pie quebrado; por lo general alterna eneasílabos y pentasílabos); aunque en la fuga rompe con esta medida para incluir versos decasílabos y endecasílabos y netamente en quechua. Como toda composición del chimaychi de las primeras épocas e intermedias está escrita mezclando magistralmente el quechua con el español, otorgándole una melodía dulce tierna, melancólica y encantadora. Como en todas sus composiciones, sus paradojas son singulares.
La Huamanripa es una flor nativa de los andes que en esta canción personifica a la mujer andina, aclimatada a los cambios del tiempo y pervive acariciada por el fugitivo y gélido viento de las alturas serranas.
Del libro inédito «Pomabamba cuna del chimaychi y de los chimaycheros»
Fredy H. Vara Reynoso.
«El Cisne de los Andes Peruanos»